Redacción - 7 de noviembre de 2018
El nuevo escándalo de corrupción que implica a la organización PSOE-A de la señora Díaz en la provincia de Huelva hacen incomprensible la no dimisión de Ignacio Caraballo, presidente de la Diputación y secretario general del partido en la provincia, que ya está imputado por un presunto soborno y tráfico de influencias desde mediados de septiembre.
Según destapó ABC, se otorgaron 35 proyectos de obras en ayuntamientos de Huelva del PSOE-A en época electoral que nunca se realizaron y cuyos presupuestos se usaron presuntamente para otros fines.
La cifra podría alcanzar a 70 pero de momento los investigadores de la Guardia Civil están elaborando un atestado específico de 35 de ellas según publica el diario.
La Diputación de Huelva, todavía la preside el ‘cuñao’ de Mario Jiménez, mano derecha de Susana Díaz, que concedió 19 millones de euros a la empresa de su pareja, la casualidad.
Ahora se sabe que este pez gordo de la organización PSOE-A, que es además secretario general del partido en Huelva, firmó ayudas del PER por valor de 573.000 euros en fechas electorales que luego no se destinaron a los fines previstos.
La Justicia ha imputado a otros peces gordos de la Diputación, a empleados públicos y a los presuntos beneficiarios de las ayudas ya que se pudieron realizar facturas falsas y justificaciones artificiales que habrían sido otorgadas con el visto bueno de afines, entre ellos, el hijo del director provincial del Servicio Público de Empleo Estatal, Eduardo Sánchez.
Se trataba de ayudas que pedía el propio Caraballo y que luego firmaba su diputado de Personal, José Martín, que es el principal investigado hasta la fecha.
En Campofrío, por ejemplo se concedió una subvención a la construcción de un centro cívico que no se terminó y se abrió sin certificado de final de obra. Con ese dinero, según los investigadores de la Guardia Civil, se contrataron a una cuadrilla de barrenderos justo antes de las elecciones de 2011. Además el arquitecto que hizo la obra fue elegido por Diputación y luego fue candidato del PSOE-A en Riotinto.
En Lucena del Puerto se reformó y se subvencionó dos años seguidos las obras en una misma calle, cosas que pasan.
En Cañaveral de León, un pabellón municipal, subvencionado por la Junta y la Diputación, simplemente no se hizo a pesar de que el dinero recibido, todo curiosamente antes de que los andaluces votaran.
Ignacio Caraballo sigue cobrando su sueldazo, no ha dimitido aún, ni Susana Díaz lo ha cesado. En el día de su presentación como candidata a seguir en el sillón de San Telmo, la jefa de la Junta no quiso aparecer saludando a Caraballo, la cámara cambió de plano.
