21 de agosto de 2019
Al llegar el verano, con días de mucho calor, es bueno tener en casa algo con que refrescarse, como es una piscina. Si se posee un lugar como un patio, un jardín o una terraza, no hace falta poner una piscina de obra, que durante el resto del año no se utilizará.
Además, puede ser peligrosa para niños y mascotas, y ocupa un lugar que muchas veces es necesario para darle otro uso. Por esta razón, una piscina que se pueda montar y desmontar puede ser lo más adecuado.
La piscina en el jardín es una gran idea. Si es desmontable, ofrece algunas ventajas como las que se pueden ver en piscinasdesmontablesweb.com. Son la mejor idea para que el lugar que ocupan, se pueda aprovechar durante el resto del año. Tienen esta invalorable ventaja por sobre las piscinas de obra, además de que necesita menos espacio, menos presupuesto para comprarlas y menos mantenimiento.
Las piscinas desmontables se componen de muchas piezas que se van ensamblando unas con otras, hasta que se forma un compacto armazón seguro y estable. El proceso de montaje es muy sencillo, por lo que puede llevarse a cabo sin tener ninguna experiencia, y mediante las instrucciones de uso y armado que los fabricantes ofrecen.
Para comprar una piscina desmontable, el primer detalle a tener en cuenta es el espacio de que se dispone, pues de ello dependerá el tamaño y la forma de la piscina. Hay piscinas de distintas formas como circulares, ovaladas, cuadradas o rectangulares. Las circulares se fabrican en distintas medidas, con un armazón metálico galvanizado y con paredes reforzadas de PVC.
Las más propicias para una familia son las que tienen un diámetro de 3 metros y una capacidad nominal de 6500 litros. Pero las que más demanda tienen son las rectangulares, con una medida de 4 x 2 metros, y con capacidad de 5700 litros.
Cuando el espacio es más reducido, se puede optar por una cuadrada con paredes reforzadas. Las ovaladas son muy parecidas en capacidad a las rectangulares, pero evitando las esquinas. También existen las opciones más económicas, que las constituyen las piscinas hinchables, pero tienen menos duración.
Las piscinas desmontables tienen un bajo mantenimiento, aunque el agua se debe tratar en forma periódica durante su uso. Para esto, existen determinados accesorios y productos que son esenciales y que, al comprar una piscina desmontable, se deben tener en cuenta.
El clorador salino sirve para evitar la formación de hongos y conservar la salubridad del agua. Una depuradora quita las impurezas y mantiene el agua limpia. La escalera es muy importante para que los niños puedan acceder a la pileta o las personas con movilidad reducida tengan algo a donde asirse.
Una buena cubierta además de prolongar la salud del agua, no permite que las impurezas y la basura no entren en la piscina, como hojas o polvo. Aunque no es imprescindible tenerlo, un tobogán también proporciona diversión a lo grande en estas piscinas.
Las piscinas desmontables más aconsejables son las que van apoyadas en el suelo. Es decir, no van soterradas. Tienen muchas ventajas además del precio: