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Ayuntamientos GPT; Los retos de la introducción de la IA en las administraciones públicas locales

25 de marzo de 2025

Se ha hablado con los responsables de Utopiq, empresa especializada en adaptar la Inteligencia Artificial (IA) al sector público, sobre los desafíos que enfrentan los ayuntamientos en su implementación.

La Inteligencia Artificial (IA) ha comenzado a desplegarse gradualmente en el sector público, con un impacto positivo percibido como un paso esencial hacia la modernización. Aunque la adopción varía según el municipio, ya hay ejemplos en España donde se está liderando este proceso con la automatización de tareas administrativas, la mejora de la gestión de recursos públicos y la optimización de los servicios a los ciudadanos. Según Ignasi Llorente, CEO de Utopiq, "la tecnología está transformando la forma en que gestionamos los servicios públicos, proporcionando herramientas para hacerlos más ágiles y efectivos. La clave es garantizar que todos los actores involucrados, desde los empleados públicos hasta los ciudadanos, comprendan el potencial de la IA y cómo se beneficiarán de ella".

A pesar de los avances, la implementación de la IA en el ámbito público sigue siendo un desafío. La automatización de trámites y procesos complejos representa una de sus mayores ventajas. Algunos ayuntamientos ya están utilizando IA para simplificar tareas administrativas, lo que podría reducir considerablemente la carga burocrática. Arnau Sanz, socio de Utopiq, señala que "la tecnología promete reducir la burocracia y hacer la toma de decisiones más eficiente, pero aún hay un largo camino por recorrer para lograr su integración completa".

Aunque la IA tiene un gran potencial, su implementación enfrenta varios obstáculos. "El mayor reto no es solo la integración técnica de la IA, sino cómo gestionar las resistencias al cambio, tanto internas como de los ciudadanos, quienes también pueden beneficiarse de esta nueva forma de interactuar con los servicios públicos", apunta Sanz. Según él, una de las claves del éxito en este proceso es la formación continua y una comunicación constante para eliminar barreras y lograr una transición exitosa.

Un aspecto crucial, según Llorente, es el marco normativo que regula el uso de la IA en el sector público. El Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial establece principios fundamentales sobre el uso responsable de esta tecnología, con especial énfasis en la protección de los datos personales, un aspecto esencial para las administraciones públicas. "La clave del éxito radica en asegurar que tanto la tecnología como su implementación sean transparentes y éticas, lo que fomentará la confianza y participación de los ciudadanos", concluye Llorente.

La brecha digital entre municipios grandes y pequeños representa otro de los retos significativos en la implementación de la IA. Los ayuntamientos de mayor tamaño suelen contar con más recursos económicos y técnicos para abordar esta transformación, mientras que los municipios más pequeños enfrentan limitaciones presupuestarias que pueden retrasar su modernización. "Es fundamental establecer mecanismos de colaboración entre administraciones para compartir recursos, conocimientos y experiencias que permitan reducir esta brecha digital", explica Llorente. Algunas comunidades autónomas ya están desarrollando programas específicos para apoyar a los ayuntamientos más pequeños en su proceso de digitalización.

La relación entre ciudadanos y administraciones públicas está a punto de experimentar una transformación sin precedentes gracias a la IA. La implementación de asistentes virtuales para realizar gestiones cotidianas y agentes inteligentes que faciliten la tramitación automática de documentación promete redefinir la experiencia del usuario en los servicios municipales. "Nos encontramos ante un cambio de paradigma en la atención ciudadana", explica Sanz. "Estas herramientas no solo acelerarán los trámites, sino que estarán disponibles 24/7, eliminando las limitaciones de horarios de oficina". Sin embargo, estas innovaciones plantean numerosos interrogantes a los ayuntamientos sobre aspectos que antes no se contemplaban: ¿qué tono debe emplear un asistente virtual municipal?, ¿debería adaptarse al acento regional de cada zona?, ¿cómo equilibrar la eficiencia con la calidez en el trato? Como señala Llorente, "estas no son cuestiones menores, pues afectan directamente a la percepción de cercanía que busca cualquier administración local con sus vecinos". Algunos municipios ya están realizando consultas ciudadanas para definir estos aspectos, reconociendo que la tecnología debe adaptarse a la identidad cultural de cada localidad.

El potencial de la IA para mejorar la participación ciudadana constituye una oportunidad que trasciende la mera eficiencia administrativa. Los sistemas inteligentes pueden facilitar nuevos canales de comunicación entre ciudadanos y ayuntamientos, permitiendo una gobernanza más participativa y transparente. "Estamos desarrollando plataformas que no solo automatizan, sino que también democratizan el acceso a los servicios públicos", comenta Llorente. Estas herramientas permiten analizar las necesidades de la ciudadanía en tiempo real, facilitando una toma de decisiones más ajustada a la realidad local. Sin embargo, como señala Sanz, "el equilibrio entre innovación tecnológica y accesibilidad universal sigue siendo uno de los mayores desafíos para garantizar que nadie quede excluido de esta transformación digital".

En conclusión, la introducción de la IA en las administraciones públicas locales presenta tanto retos como oportunidades. Aunque la automatización de procesos y la mejora de servicios es prometedora, la superación de barreras internas y la adaptación normativa son cruciales para garantizar una implementación exitosa y ética, que permita a los ciudadanos y empleados públicos disfrutar de sus beneficios de manera efectiva y transparente.

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