Redacción - 11 de septiembre de 2018
Carmen Martínez-Bordiú, nieta del dictador Francisco Franco, ha sido condenada por la Audiencia Nacional a pagar medio millón de euros por impuestos que debía a Hacienda tras declarar en el IRPF como ganancia patrimonial 57.000 euros y no el beneficio real que obtuvo, que asciende a más de 6,7 millones de euros.
Según publica Infolibre la duquesa de Franco, a la que nombró M. Rajoy justo antes de irse al bar el día que lo echaron de su cargo de presidente del Gobierno, debió declarar esos 6,7 millones de euros al vender en 2006 las 42 participaciones que había recibido en donación de su madre llevándose 9,9 millones de euros del ala.
La ‘nietísima’, como se le conoce en algunos programas de cotilleo, declaró que los inmuebles y fincas que obtuvo con esa pasta eran parte de su actividad económica, incluso el piso de lujo de Santander donde vivía con su antigua pareja.
La Audiencia Nacional ha verificado que era una simple excusa para pagar menos impuestos. Ya se libró de pagar un euro a Hacienda por heredar el ducado de Franco que le dio M. Rajoy antes de meterse a comer y beber en un bar en horario laboral mientras su escaño era ocupado por el bolso de la vicepresidenta.
El 6 de agosto, la nieta mayor reconoció que era propietaria de una finca en Sevilla a través de una sociedad constituida en Panamá, como publicó el diario El independiente.
Curiosamente, a pesar de las abultadas cifras que intentó evitar pagar a Hacienda no pisará por ahora la cárcel, la casualidad.
