Redacción - 30 de julio de 2019
El exministro de Justicia, Rafael Catalá, ha sido contratado por Codere, empresa de casinos, apuestas ‘online’ y máquinas recreativas con premios en metálico.
Mientras la ludopatía crece entre los jóvenes arruinando familias ante la desregulación nacional, el popular ficha de nuevo por este gigante del juego en España.
Catalá ya fue un pez gordo de la organización Codere entre los años 2005 y 2011, donde estuvo como secretario del consejo de administración. Ahora será responsable de relaciones institucionales, un cargo para ejercer de lobby de presión con los partidos políticos para que la ley no perjudique a las organizaciones que se forran con el juego.
El negocio tradicional de la mafia en EEUU en el siglo XX se ha utilizado como lavadero de dinero negro en ese país. En España, tras fracasar el proyecto Eurovegas que tanto añoraba Esperanza Aguirre, se ha pasado a la inundación de las casas de apuestas por todas las ciudades del país, especialmente en barrios obreros.
Hoy la ludopatía aumenta gracias a los anuncios de las casas de juego en eventos deportivos, incluso en horario infantil, que financian a grandes medios de comunicación, los cuales no hablan en sus tertulias políticas del tema, la casualidad.
Unidas Podemos ha sido la formación más combativa con este tipo de negocios que se aprovechan de la falta de legislación y que están creando “una patología adictiva” que está destruyendo cada vez a más jóvenes y a sus familias.
Codere tan solo es una de las empresas que compiten por el negocio de la adicción al juego de algunos. Muchas de estas multinacionales, para colmo, tienen sedes en paraísos fiscales como Gibraltar siendo así mucho más escandaloso el silencio mediático y la facilidad con la que financian a la inmensa mayoría de los clubes de fútbol de Primera división o a grandes medios de comunicación.
