Redacción - 7 de diciembre de 2020
Españoles, UPyD, ha muerto. Unión Progreso y Democracia ha anunciado de forma oficial su disolución tan solo trece años después de su fundación por Rosa Díez. El partido, o lo que quedaba de él, ha decidido este sábado no presentar recurso contra la resolución del juzgado de lo mercantil que decretaba su liquidación, lo que supone de facto la disolución de la organización.
Un juzgado declaró la extinción de la formación como persona jurídica ante su imposibilidad de hacer frente a una deuda que tenía con una exempleada del partido, que además llegó a ser eurodiputada en el Parlamento Europeo.
UPyD, después de no presentar recurso a esta resolución, se ha despedido del mundo en un comunicado “recordando su papel en la transformación política que ha vivido España en los últimos años” y ha remarcado “tres importantes aportaciones que integran su legado político”, como “la ruptura del bipartidismo” o “la anticipación de la actual agenda política al poner sobre la mesa temas como la independencia judicial o la defensa del castellano”, entre otros temas.
A su vez, la organización que creó Rosa Díaz ha resaltado su “lucha política y judicial contra la corrupción, a través de su acción parlamentaria y las múltiples querellas que protagonizó, destacando la del caso Bankia”.
“La situación política española, cada vez más polarizada y estridente, han dificultado la consolidación de un centro progresista, transversal y moderado que sin embargo sí tiene un espacio político propio entre los españoles”, ha razonado el ente ya extinto mientras se compromete a “buscar nuevas fórmulas con las que volver a ser una herramienta útil para la sociedad”.
UpyD tenía algún edil en ayuntamientos, pero su máxima representación política es la eurodiputada Maite Pagazaurtundua, quien todavía está en el Parlamento Europeo gracias a un pacto en las últimas elecciones europeas con Ciudadanos.
Ignatius Farray afirmó que él era el líder que necesitaba UPyD:
