
21 de octubre de 2022
Pese a que tanto Ray-Ban como Oakley son dos marcas que nos ofrecen unas gafas de mucha calidad, con el paso de los años y el uso diario se van deteriorando, de forma que las patillas se rompen y las lentes se arañan.
También pueden ocurrir accidentes que casi siempre terminan con los Cristales Ray-Ban rotos, como que se nos caigan al suelo y las pisemos, o que algún niño (como nuestros hijos) las agarren y hagan de las suyas.
Aunque lo cierto es que las lentes originales son buenas, ya hay tiendas como Repuestosgafas.com que las venden con el polarizado, la capa anti rayados que bloquean la luz reflejada o incluso con un tratamiento contra la grasa que ayuda a que no se queden las huellas si las tocamos.
Además, nos permiten personalizar las lentes, escogiendo los colores que nos apetezcan, por lo que no debemos esperar a cambiar los cristales hasta el día que se rompan, sino que podemos adquirir unos del tono que más nos guste y así personalizar las gafas.
El cambio es sencillo, y lo primero es identificar el tipo de lente. Podemos localizarlo con la ayuda de un código que hay en el interior de una de las patillas, que nos dice el modelo y el tamaño.
Con esa información, pedimos el repuesto adecuado y cuando nos llega solo queda realizar el cambio de cristales, el cual se lleva a cabo presionando con los pulgares para quitar los viejos y haciendo lo mismo con el fin de colocar los nuevos.
Si las lentes sufren, qué decir de las varillas, de hecho nos atreveríamos a afirmar que son el punto débil de estas gafas, puesto que los cristales que llamamos así por costumbre, en realidad suelen ser de un plástico muy resistente.
En el caso de las varillas, las vamos a poder adquirir (son compatibles y de alta calidad) para la inmensa mayoría de modelos, y a la hora de escoger las correctas volveremos a mirar dentro de una de las originales.
Ahí veremos una serie de números que identifican el modelo, el color y el tamaño, por lo que no nos vamos a equivocar al pedir las varillas de repuesto Ray-Ban y nos llegarán del mismo tono que las que teníamos.
Ponerlas es tan sencillo como retirar unos tornillos, y en la tienda nos ofrecen la opción de comprar un pequeño destornillador de precisión que nos facilitará la tarea, algo que recomendamos si no tenemos ninguno en casa.
No hay que olvidar que podemos comprar una serie de accesorios, como una funda, una gamuza antivaho (ideal si usamos mascarilla) e incluso los tornillos de las bisagras, por si no solo se ha roto una patilla, sino que hemos perdido los tornillos.
Por último, decir que las varillas compatibles están disponibles tanto para las gafas de sol como para las de “vista”, por lo que siempre vamos a tener la opción de arreglar nuestras Ray-Ban sean del tipo que sean.