Digital Sevilla
11 de marzo de 2025
El amianto, uno de los recursos más utilizados en el área de la construcción hace décadas, es un material que, con el pasar de los años, se ha descubierto que tiene un alto nivel de toxicidad y, pese a sus múltiples propiedades, entre las cuales se destacan su durabilidad y resistencia, la realidad es que resulta sumamente peligroso para la integridad y salud general de las personas. De hecho, la manipulación inadecuada de este material se ha asociado a enfermedades tan graves como el cáncer de pulmón y el mesotelioma.
Es, justamente por lo anterior, que la retirada de este material se ha convertido en una prioridad para las autoridades. En este sentido, si bien se viene implementando la eliminación del amianto y, desde hace muchos años, su uso está completamente prohibido, recientemente se ha aprobado una nueva normativa para el desmantelamiento del mismo. Continúa leyendo y conoce un poco más sobre esta normativa que también incluye, entre otras cosas, quitar uralita:
Uno de los aspectos que se reflejan en la nueva normativa es que el amianto debe ser eliminado por empresas especialistas y con el debido permiso para ejercer esta actividad. Esto se debe, entre otras cosas, a que la manipulación inadecuada del mismo puede suponer un grave problema para la salud. Es por ello que resulta tan importante que sea una tarea ejecutada por profesionales altamente cualificados.
En este sentido, la normativa vigente del Real Decreto 396/2006 especifica que solo las empresas que estén registradas en RERA, Registro de Empresas con Riesgo de Amianto, pueden eliminar este material. No cumplir con esta exigencia se traduce en cuantiosas sanciones económicas que pueden oscilar entre los 400 y hasta los 800.000 euros.
Otro de los aspectos que se especifican en la nueva normativa es con respecto al plan de amianto. Y es que, las empresas especializadas deberán presentar un plan. Se trata de un documento de carácter obligatorio en el cual se debe describir con todo lujo de detalles todo lo relacionado con la eliminación de este material y esto incluye desde el método de la retirada hasta el procedimiento para la adecuada gestión de los residuos, medidas de seguridad para trabajadores y comunidad en general, entre otros.
En la nueva normativa también se hace especial énfasis en la importancia de que los trabajadores cuenten con todos los implementos de seguridad necesarios para que la manipulación del amianto no represente, en ningún momento, peligro para sus vidas. En este contexto, deben contar con trajes y mascarillas protectoras especialmente diseñadas para esta función, así como también contar con una preparación adecuada. Adicionalmente, para eliminar cualquier vestigio de este material, deberán ducharse después de finalizado el trabajo.
Los residuos de amianto, tal y como comentamos anteriormente, deben ser manipulados y gestionados con extremo cuidado para evitar que el material pueda afectar la salud de los trabajadores o de quienes se encuentren cerca del lugar. Y es que, la prevención de la liberación de las fibras del amianto es de vital importancia para evitar poner en peligro la vida de los involucrados en el proyecto. Por otro lado, este material debe ser llevado a vertederos específicos para el amianto, siempre con el objetivo de proteger la salud pública y el medio ambiente en general.
En la nueva normativa también se especifica la obligación de hacer mediciones posteriores a la eliminación del material. Esto es sumamente importante para garantizar que el edificio esté completamente libre de riesgos para la salud de quienes vivan allí o simplemente lo frecuenten.
Sin lugar a dudas, el amianto es uno de los materiales más nocivos que se han utilizado en las últimas décadas. Por eso es tan importante que, al momento de retirar el mismo, sea ejecutado por profesionales que, además, cumplan a cabalidad con las últimas normativas vigentes. Es fundamental hacer énfasis en que cumplir con la normativa es clave por una cuestión de seguridad, pero también para evitar sanciones que pueden llegar a ser considerablemente elevadas.
