Digital Sevilla
15 de enero de 2019
Durante la presidencia de Francisco González, el BBVA contrató Al comisario Villarejo para espiar los movimientos de la CNMV, la Comisión Nacional del Mercado Valores que siguió y fotografió al menos a dos vehículos oficiales del ente.
Según detalla El Confidencial, espió, dentro de la operación Trampa, además la casa de Madrid de Carlos Arenillas, vicepresidente de la institución, al que el presidente del BBVA vinculaba con movimientos de compras de acciones supuestamente promovidos por el Gobierno de Zapatero para controlar la entidad.
Entre noviembre de 2004 y febrero de 2005 Villarejo etiquetó las fotografías que tomó con el título ‘Haren’.
Juan Abelló y Luis del Rivero eran las caras más visibles para que Sacyr entrara en el consejo del BBVA. Su entorno presentó una denuncia contra González ante la CNMV por presuntas irregularidades de la venta de su sociedad de bolsa, FG Valores a Merril Lynch en 1996.
González temía que el vicepresidente de la CNMV ayudara a los jefes de Sacyr y por ello ordenó seguir a los coches de la CNMV donde se supone que iba Arenillas y su vivienda en el barrio de Mirasierra.
El BBVA pagó 517.600 euros a Villarejo por su seguimiento y espionaje, incluido el controlar un total de 15.000 llamadas de teléfono de 4.000 números.
Carlos Torres, el nuevo presidente del BBVA, ha enviado una carta a los trabajadores del banco donde dice estar “escandalizado” por las revelaciones de la operación Trampa y ha asegurado que seguirá la revisión interna iniciada el año pasado sobre todo este turbio tema.
