26 de abril de 2024
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Los cofrades quieren celebrar la próxima Semana Santa, con o sin coronavirus

Los cofrades quieren celebrar la próxima Semana Santa, con o sin coronavirus

Redacción - 14 de septiembre de 2020

Semana Santa de Sevilla - Archivo

La vacuna que ponga a fin a la pandemia de la covid-19 parece estar cada día más cerca, pero la Semana Santa de 2021 está a la vuelta de la esquina y los cofrades andaluces no quieren verse obligados a volver a suspender las procesiones, haya o no coronavirus circulando por entonces.

Esta tradición supone uno de los eventos más importantes del año para los católicos andaluces, pero también un gran motor económico y turístico para nuestra comunidad autónoma.

Por ello nadie, cofrades y ni cofrades, quiere oír ni hablar de una posible suspensión de las procesiones por segundo año consecutivo, tal y como ya se ha anunciado que ocurrirá con el carnaval de Cádiz.

Por ello, los presidentes de los Consejos de Hermandades de todas las provincias andaluzas han celebrado una reunión en la localidad de Antequera en la que han fijado una postura común de cara a las próximas celebraciones.

El objetivo es ponerse en manos de expertos para decidir entre todos qué normas y acciones seguir para poder celebrar los actos de cuaresma y las procesiones de Semana Santa en 2021.

Próximamente se mantendrán encuentros con responsables de la Junta de Andalucía y la Delegación del Gobierno central en Andalucía,  para discutir con las autoridades los futuros protocolos.

El objetivo es que independientemente de si para entonces tengamos o no inmunidad contra la enfermedad gracias a una vacuna los actos se puedan celebrar manteniendo a su vez a raya al coronavirus.

Entre otras medidas, ya se avanza que se estudiará limitar de alguna manera el aforo en las calles por las que transcurran las procesiones, o la realización de pruebas PCR a costaleros, músicos y demás personas que formen parte de los cortejos.

Sin embargo, hay muchas dudas sobre si es posible o no celebrar con garantías y con el decoro que requiere una Semana Santa en estas condiciones, sobre todo porque los costaleros y los músicos dedican meses a prepararse, algo que no están pudiendo hacer con normalidad en estos momentos.