9 de enero de 2019
El excomsiario José Villarejo ha publicado una carta abierta al presidente del Gobierno Pedro Sánchez en la que amenaza con desvelar "de forma inminente" secretos del Estado relacionados con operaciones llevadas a cabo por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Villarejo asegura que expondrá los motivos por los que está siendo presentado ante la opinión pública como "el enemigo público número uno del país".
"Señor presidente en mi defensa no tendré más remedio de forma inminente (...) que explicar por qué se ha permitido que se amenace a determinados jueces de la Audiencia Nacional con datos de su intimidad para que dejen de investigar temas que afecten al CNI", advierte el excomisario en su misiva dirigida a Sánchez.
En la carta Villarejo recuerda a Sánchez que sus trabajos para los servicios secretos del Estado comenzaron en 1972, que se infiltró en las finanzas de ETA en América Latina o en el mundo de traficantes de drogas y armas, para lo que se ganó la confianza de Monzer Al Kassar, Khashoggi u Oubiña, según cuenta.
De ahí que asegure a Sánchez que "conocer por parte de quienes presumen de amistad conmigo en el CNI que su director ha procurado mi destrucción por todos los medios no puede resultar más doloroso para quien ha entregado su vida entera al servicio de España, su seguridad, sus intereses y la libertad de sus ciudadanos. Y lo peor es el daño que la obsesión diría que enfermiza del general Sanz Roldán a mi persona ya ha causado y seguirá causando a las altas instituciones del Estado", se queja Villarejo.
El comisario investigado también le reprocha a Pedro Sánchez que se refiriera a él durante una comparecencia pública como un delincuente que chantajea al Estado después de que salieran a la luz los audios sobre la ministra Dolores Delgado en una comida en el año 2009 con él, el excomisario Enrique García Castaño (el Gordo) y el juez Garzón. Villarejo le dice a Sánchez: "No pretendo mejorar mi imagen ante usted, porque en alguna ocasión se ha pronunciado sobre los hechos que se investigan en mi caso, fijando por anticipado, y tengo que revelarle que para mi de una forma incomprensible y decepcionante, una sentencia condenatoria".
Junto a las amenazas de desvelar los trapos sucios del CNI, el comisario jubilado dice a Sánchez que si no se le ha dejado declarar en el Congreso de los Diputados, "incluso antes de mi detención para que no pueda contar la realidad de los hechos tan graves que conozco", asegura en su carta.