29 de marzo de 2024
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El Gobierno intentará eliminar el ducado de Franco que Rajoy renovó in extremis

El Gobierno intentará eliminar el ducado de Franco que Rajoy renovó in extremis

Redacción - 29 de junio de 2018

Mariano Rajoy, tras 8 horas en un restaurante comiendo y bebiendo en horario laboral

El Gobierno de Pedro Sánchez va a analizar la eliminación del ducado de Franco, título nobiliario concedido a la familia del dictador por el rey Juan Carlos en 1975.

Carmen Martínez-Bordiú reclamó dicho título tras la muerte de Carmen Polo. Curiosamente, mientras se debatía la moción de censura que echaba al PP del Gobierno, el entonces ministro de Justicia, Rafael Catalá se lo otorgó in extremis a la nieta del dictador.

Con la decisión del Gobierno de M. Rajoy el proceso administrativo sigue su curso pero cabe la posibilidad de eliminar dicho ducado gracias a la nueva Dirección General de la Memoria Histórica que se encargará de todas las materias relacionadas con la Ley de Memoria Histórica.

Con una de las últimas medidas de M. Rajoy como presidente, el rey se verá obligado a firmar el decreto y la publicación del ducado, que saldrá en el BOE en los próximos 45 días. De todas formas, según la nueva ministra Dolores Delgado, se intentará revocar el título nobiliario.

Gracias al Gobierno del PP, Carmen Martínez-Bordiú sería la última duquesa de Franco y además nombrada por M. Rajoy.

La eliminación del título no será inmediata ya que el Gobierno asegura que lo prioritario es sacar al dictador del Valle de los Caídos a finales de julio y existe además un vacío legal a la hora de hacer desaparecer condecoraciones.

Desde Casa Real aseguran que esa potestad, la de suprimir condecoraciones, no corresponde al rey sino al Gobierno. El Partido Socialista afirma que el ducado podría suprimirse con la ley de memoria histórica en la mano ya que obliga a las administraciones a retirar símbolos que exalten la sublevación militar, la guerra o la dictadura según recoge su artículo 15 que incluye las “menciones conmemorativas”.

Mariano Rajoy y su Gobierno se negaron a eliminarlo aludiendo que es un título “simplemente honorífico” y que no otorga ningún “privilegio” pero sin embargo se apresuraron, cuando ya sabían que se largaban, a renovar el título franquista. Tras esto se fueron al restaurantes a comer y a beber durante horas.