10 de octubre de 2018
Sigmund Freud nació el 6 de mayo del año 1856 en Freiberg, siendo este descendiente de familia judía, los cuales se trasladan a Viena donde pasaría toda su vida. Sus estudios siempre estuvieron orientados hacia la investigación del sistema nervioso y estructura del cerebro a fin de estudiar el comportamiento Humano.
Es de resaltar que la labor de Sigmund Freud como padre del psicoanálisis fue bastante amplia, e incluye estudios sobre la histeria, la interpretación de los sueños y la sexualidad.
De hecho, creó un método terapéutico llamado psicoanálisis para tratar diversas enfermedades nerviosas, entre ellas la histeria y sostuvo que la causa de esta enfermedad se debía a problemas internos reprimidos.
Igualmente llegó a la conclusión de que los conflictos mentales tenían que ver con la sexualidad.
No cabe duda, que históricamente Sigmund Freud fue un personaje que contribuyó con sus investigaciones y estudios a la evolución de la ciencia, pero de forma más específica, al avance de la psicología.
El estudio de las enfermedades mentales y todos aquellos conflictos sexuales que padecen los pacientes de forma inconsciente y causados en la etapa de la niñez, son analizados e investigado por un método llamado psicoanálisis, creado por Sigmund Freud.
Unos de los aspectos más importantes que tiene este sistema es que los contenidos del inconsciente son ajenos al conocimiento del paciente. Si existen deseos reprimidos por la conciencia, obviamente el paciente se verá afectado.
En este caso, Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, señala que el rol del psicoanalista es muy importante, ya que éste es quien debe resolver esos conflictos por medio de la interpretación de los sueños y de la libre asociación, siendo éste un método que se aplica durante las sesiones de terapia, donde el paciente expresa libremente sin restricciones emociones, ideas, imágenes, pensamientos, así como sus deseos más íntimos.
Ante esta situación, el psicoanalista debe detectar el conflicto inconsciente que refleja el paciente.
También es interesante resaltar que mediante el psicoanálisis se descubren distintos mecanismos de defensa, que son prácticas psicológicas, orientadas a disminuir el efecto negativo de algún recuerdo, que haya podido generar estrés, angustia o ansiedad, siendo algunos de ellos:
Represión. Consiste en que el paciente quiera aislar de la conciencia los recuerdos dolorosos y no quiere enfrentarse a ellos.
Desplazamiento. Consiste en colocar la carga afectiva de un traumtismo psíquico reprimido en otro objeto.
Resalta el hecho de que los psicólogos durante la consulta, pueden intervenir de manera prudente o simplemente siendo un espectador más, permitiendo que el paciente se tome su tiempo para exteriorizar sus emociones.
Esta observación llevará al psicólogo determinar la raíz del conflicto, orientarlos y enseñarlos a que se acepten y trabajen sobre ellos mismos.
No es recomendable plantearle al paciente medidas drásticas y fuertes que puedan ocasionar cambios bruscos o de comportamiento negativo en el paciente.
En caso que se necesite, el psicoanalista acudirá al psiquiatra cuando se considere necesario, según el caso y el consumo de algún fármaco en beneficio y tranquilidad del paciente.
En cuanto al tratamiento, es muy probable que los pacientes realicen descubrimientos de ciertos comportamientos escondidos que no quieran aceptar o se les haga muy difícil entenderlos, siendo una posible reacción abandonar las terapias.
Es imprescindible que el terapeuta se imponga ante esta reacción del paciente y le haga saber el beneficio de la perseverancia y constancia para la restauración de su salud mental.
Desde el año 1986, el neurólogo de origen austriaco Sigmund Freud ha sido noticia en el mundo entero. Actualmente, periódicos, revistas y escuelas de psicología han escrito interesantes artículos sobre sus obras literarias, vida personal y profesional.
En el presente, Sigmund Freud sigue siendo una influencia, de manera que en este interesante artículo encontrarás cómo esta práctica terapéutica ha contribuido a desarrollar escuelas de psicologías, y como su teoría ha servido de base para otras terapias, que han ayudado al ser humano a encontrarse a sí mismo, superando miedos, temores y sanando su mente.
Se resalta el hecho que la interpretación de los sueños sería otra terapia que Sigmund Freud habría utilizado en sus tratamientos, ya que este estaba seguro de que el sueño expresaba un lenguaje cargado de símbolos donde el terapeuta tiene que enfrentarse a la resistencia del inconsciente del paciente, siendo en el proceso del sueño, donde esa resistencia se debilita.
De esta forma el terapeuta puede descifrar la raíz de su problema y puede utilizar la terapia adecuada.
Es importante resaltar que Sigmund Freud y sus colaboradores aplicaron la terapia de la transferencia, donde el paciente tiende a proyectar o transferir sus deseos, sentimientos y comportamiento infantiles, sobre aquellas personas de su actual contexto (cónyuge, terapeuta, jefe, compañeros de trabajo, entre otros).
Este estudio permite al psicoanalista y por consiguiente al paciente determinar la causa de sus deseos, emociones y sentimientos, pudiendo reestructurarse sin que eso pueda afectar su tranquilidad.
Sigmund Freud dejó un gran legado de conocimientos que siguen siendo utilizados en las mejores universidades de psicología del mundo, y entre estos se encuentran “La interpretación de los sueños”, “Tres contribuciones a la teoría sexual”, “El yo y el Ello” y “Estudios sobre la Histeria”.
La personalidad la define los recuerdos de la infancia.
Los impulsos inconscientes definen y estructuran los comportamientos.
Cuando el registro de la información en el inconsciente se traslada al consciente, a través de catarsis se puede estructurar el problema y lidiar para encontrar soluciones.
Para finalizar hay que decir que a Sigmund Freud en 1930, Alemania le concedió uno de los premios literarios más importantes, el “Goethe”, pero este reconocimiento no se logró en su totalidad, ya que en 1933 todos sus libros fueron quemados en Berlín con la llegada de Hitler.
Ante aquel acto de barbarie, Freud comentó: “Es indudable el progreso de la raza humana…en la edad media me hubieran quemado a mí, ahora sólo queman mis libros”