31 de octubre de 2018
Llevar con éxito las finanzas del hogar y lograr que los ingresos de final de mes puedan rendir para cubrir todos los gastos, necesita de una organización de las cuentas a pagar con el fin de no excedernos o comprar más de lo necesario.
Cuando planeas tus gastos adquieres una perspectiva diferente de lo que vas a comprar y su respectiva prioridad, además de llevar un control de los ingresos del hogar.
El objetivo de una organización financiera es que tengas una guía que te muestre, no solo la manera de cómo gastarás tu dinero, sino también una idea de todo el capital que entra en tu casa con el fin de que no realices gastos excesivos y puedas establecerte metas individuales o familiares.
Identifica cuáles son tus fuentes de ingreso y de dónde provienen para saber con claridad el estado de tu capital. Otro factor es la frecuencia de tus ingresos, la cual permitirá saber con qué cantidad contar en otras fechas del mes.
Este es el dato más importante ya que del análisis de los gastos parte toda la organización de las finanzas, por eso es importante identificar todos los gastos y su frecuencia (semanal, mensual o trimestral) y el dinero que vas a necesitar a corto o largo plazo.
Después de establecer claramente los ingresos y gastos, tendrás una noción clara de las dimensiones de estos y así podrás diseñar un plan para optimizar tu economía doméstica.
En internet puedes encontrar mucho material informativo y promocional para ahorrar a la hora de realizar la compra, como los catálogos de supermercados, que ofrecen información detallada todas las semanas de las ofertas que aparecen en los catálogos de supermercados Lidl, Carrefour, Aldi, entre otros, y las oportunidades de adquirir artículos de primera necesidad a precios más baratos.
Cuando se planean los gastos de la casa podemos establecer objetivos familiares como la adquisición de nuevos bienes, la remodelación del hogar o realizar ese viaje que siempre has querido hacer, todo gracias a ese dinero extra que has ido guardando.
Una vez que conocemos el origen de nuestros ingresos y el destino de nuestros gastos, estamos preparados para agrupar esa información y distribuir los recursos económicos de acuerdo a las prioridades.
Aquí te dejamos un esquema de gastos basado en porcentajes que puede servirte de mucha ayuda:
El objetivo no es ahorrar lo que nos sobra, sino ahorrar una parte del ingreso fijo y fijar metas a mediano o largo plazo para aumentar ese ahorro.
Aquí se incluye el pago de la renta o hipoteca, los impuestos y los servicios domésticos, además de los trabajos preventivos para el mantenimiento óptimo del hogar.
Realiza una lista de todos los alimentos que debes comprar para todo el mes. Averigua a través de los catálogos de supermercados Lidl, Carrefour, Aldi, entre otros, las mejores ofertas Lidl, donde encontrarás grandes ofertas semanales y apóyate en esa información para ahorrarte algún dinerillo.
Incluye los gastos del cole de los niños y el material escolar.
Aquí se anotan todos los gastos de transportes, ya sean a través de transporte público o si tienes coche propio. En este caso debes incluir los gastos de mantenimiento, combustible o aparcamiento.
Específicamente el pago de deudas bancarias como tarjetas de créditos o créditos personales, siempre se recomienda pagar más de lo exigido para salir lo más limpio de esos compromisos.
Es necesario dedicar un parte a la adquisición de ropa, visitas al dentista o cortes de pelo.
Asigna una parte de tu presupuesto para compartir con la familia y salir de la rutina diaria, ya que no todo es trabajar.