6 de noviembre de 2018
El Tribunal Supremo ha decidido retractarse de lo dicho anteriormente y volver a la doctrina que establece que son los clientes, y no la banca, la que debe afrontar los gastos derivados del pago del impuesto de actos jurídicos documentados en las hipotecas.
La decisión se ha adoptado por 15 votos a favor y 13 en contra en medio de una gran división del tribunal, según avanzan fuentes jurídicas. Tras quince horas de deliberación, los 28 magistrados que componen la Sala Tercera han fallado a favor de volver a la doctrina establecida antes de que la Sección Segunda afirmara que son los clientes y no la banca la que debe pagar dicho impuesto.
De esta forma, el Alto Tribunal –que se ha visto envuelto en una polémica sin precedentes debido a la convocatoria por parte del presidente Luis María Díez-Picazo del citado Pleno- zanja el debate jurídico y revoca el “giro jurisprudencial” conocido hace algo más de veinte días.
Desde la redacción de Digital Sevilla queremos dedicarle esta mítica canción a la situación creada por el Tribunal Supremo actuando como si fueran los esbirros de quien realmente manda en el país, la banca: