18 de diciembre de 2018
La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a ocho años de prisión por dos delitos de abusos sexuales continuados al exalcalde de la localidad de l'Alcora, Francisco Javier Tomás Puchol, del Partido Popular. El hombre, de 54 años de edad, además de la pena de cárcel, deberá cumplir cinco años de libertad vigilada y abonar a las víctimas, dos hermanas que tenían nueve y diez años, una indemnización de 16.000 euros.
Los jueces consideran probado que durante el año 2016, el que fuera alcalde de la localidad entre los años 1995 y 2003, desnudó a una de las pequeñas en su despacho profesional de Castellón, le practicó tocamientos y se rozó con ella, aprovechando que tenía acceso a la pequeña por la relación de amistad que le unía a su madre y su abuelo. Según consideran acreditado los jueces, a la otra hermana le hizo tocamientos, metiéndole las manos por el pantalón varias veces y diciéndole que no contara nada a nadie.
El juicio oral se celebró el pasado mes de noviembre, sin que se contara con la presencia de las dos víctimas, que residen en Rumanía junto a su madre y que no habían podido ser localizadas. Sin embargo, la secretaria leyó las declaraciones que las dos menores realizaron en sede judicial cuando comenzó la instrucción. Aunque el interrogatorio de estas no pudo realizarse, los forenses que exploraron a las dos pequeñas durante el proceso penal dieron "total credibilidad" a sus manifestaciones.
Las niñas relataron entonces a los médicos que habían sufrido abusos por parte de un amigo de la familia, relatando varias prácticas del ahora condenado.
"Me pedía que me tumbara en la cama y se ponía encima. Decía que no contara nada", dijo la mayor de las niñas en el juzgado en el 2016. "En su oficina me quitaba la ropa y me tocaba. Pasó por lo menos diez veces", declaró su hermana pequeña al juez.
Tomás Puchol lo negó todo en su interrogatorio. Dijo que el relato era "rotundamente falso". Alegó que las dos menores pertenecían a una familia en riesgo de exclusión y que él tuvo que intervenir "por cuestiones técnicas" en uno de los inmuebles en los que vivieron, del que tuvo que "desahuciarlas" por impago.
"Un día las llevé a comprar chucherías y pasamos por mi despacho un momento para recoger el correo, pero no pasó nada. Las niñas dicen eso en boca de su madre, estoy seguro", afirmó el exalcalde. La trabajadora social que interpuso la denuncia, tras recibir la alerta de la madre, dijo que la mujer acudió a ella "muy alterada, llorando y gritando que habían abusado de las niñas". Los jueces creen que hay prueba de cargo suficiente y han dictado sentencia condenatoria.