Redacción - 11 de abril de 2019
La policía ha tenido que acordonar la sede del Partido Popular. No por que estuvieran cometiendo un delito como el de financiación ilegal o porque tuvieran que entrar a registrarla, como ocurrió en el pasado.
En esta ocasión ha sido, como publica El Independiente, porque se ha caído parte de su fachada a la calle amenazando a los ciudadanos.
Los agentes han tenido que evitar que los viandantes se acercaran a Génova 13 por el peligro para su salud que suponía estar cerca del centro de operaciones de la organización PP.
Según detalla el digital, cuando han querido retirar la enorme bandera de España que había en su fachada, se ha producido un desprendimiento cuando intentaban colocar una foto de la cara sonriente de Pablo Casado.
Un revestimiento de la fachada se ha precipitado sobre la cornisa de la sede atemperando la caída.
El PP ha querido cambiar la imagen de la sede del partido, que está siendo investigada si fue pagada en B su reforma cuando Luis Bárcenas era tesorero del partido. Como revela el digital, una parte de los dirigentes sondearon la posibilidad de vender la sede, una forma de intentar desmarcarse del pasado.
Los asesores habían decidido, al igual que el Partido Socialista, colocar un cartel grande con la cara de su líder para las elecciones generales del 28 de abril.