30 de abril de 2019
A perro flaco todo son pulgas. El PP de Pablo Casado ha obtenido el peor resultado electoral de su historia perdiendo 71 escaños y quedándose con tan solo 66 escaños en las elecciones generales del pasado 28 de abril.
Según El Confidencial Digital, la sombra de un ERE a nivel nacional planea sobre los trabajadores del partido que comenzaron a actualizar sus currículums la misma noche electoral.
El diario detalla que algunos de estos empleados le comunicaron que iban a buscar trabajo la mañana siguiente a la debacle porque eran conscientes del varapalo a las cuentas del partido que suponía la pérdida de 4 millones de votos y la obtención de tan pocos escaños y senadores.
Y es que el digital señala que el PP tiene préstamos pendientes de pago, salarios, compras y alquileres de sedes e inmuebles que debe afrontar con lo cual, sus arcas sufren una gran falta de liquidez.
El antiguo partido hegemónico de la derecha no solo pierde las subvenciones por cada diputado y senador, sino también las contribuciones mensuales de éstos ya que financiaban al partido con el 10% de su sueldo.
Si en las municipales y autonómicas sigue la debacle perderían las subvenciones relativas a los resultados más las aportaciones de sus representantes en autonomías, diputaciones y ayuntamientos.