Miguel Ángel Olimpo - 31 de mayo de 2019
Son los productos financieros que han revolucionado la economía familiar. Los préstamos rápidos se solicitan desde la tranquilidad del hogar y sirven para financiar las vacaciones y las fiestas navideñas entre otras cosas, convirtiéndose en segundas oportunidades para las familias españolas.
Los mini créditos y préstamos rápidos han venido a cambiar la economía de las familias españolas. Desde que se implantaron, paralelamente a la consolidación de la red como vehículo informativo, de compra, de ocio, etcétera, los préstamos rápidos son la opción con la que conseguir dinero en efectivo cuando llegan los contratiempos.
Con estos minicréditos también se pueden financiar proyectos, como reformas en la casa, la compra de electrodomésticos o unas vacaciones. Cómo la oferta es muy grande, los usuarios de estos préstamos pueden optar a muchos, lo cuál puede resultar agobiante en un principio, por no saber cuál escoger.
En pocos minutos tras la solicitud se sabe si el crédito ha sido aceptado
Páginas como iPayDay hacen el trabajo por ellos, ya que funcionan como comparativas en las que se encuentran todas las opciones, sólo hay que leer las condiciones generales que son los días de vencimiento y el dinero que ofrecen.
Después habrá que leer las condiciones de cada contrato, pero para optar al minicrédito basta con tener nacionalidad española, ser mayor de edad, tener una cuenta corriente y un cuenta de correo electrónico, ya que en pocos minutos tras la solicitud se sabe si el crédito ha sido aceptado o no y poco después se ingresa el montante en la cuenta. Todo es muy fácil y encima no hay que rendir cuentas sobre qué se va a hacer con este dinero, como ocurre en las sucursales bancarias cuando se solicita un crédito al uso.
Los economistas avisan que los préstamos online gratis van a ser el modo de financiación del futuro, y de que se van a asentar más de lo que ya están, lo que hará que las financieras privadas vayan mejorando cada vez más las condiciones. Muchos usuarios se quejan de que las tasas son muy altas, sin embargo hay que tener en cuenta el riesgo que corren estas empresas.
Al estudiar los datos estadísticos de los demandantes de estos minicréditos sorprende que los estudiantes con trabajos temporales los demanden mucho, aunque los que más los usan son padres y madres de familia de entre 30 a 45 años, con trabajo remunerado o que perciben algún tipo de ayuda social.
Encuentra el préstamo que mejor se aviene a tus necesidades
A través de buscadores de lugares de referencia como el de WannaCash encuentran el préstamo que mejor se aviene a sus necesidades, porque en éste en concreto sólo hay que indicar el dinero solicitado y el periodo de vencimiento del crédito.
Para captar clientes y fidelizarlos, muchas financieras ofrecen el primer crédito gratis.
También se pueden encontrar préstamos que exigen garantías hipotecarias, no sólo de la casa si no también del coche, algo que se estila mucho en otros países como EEUU y en España es incipiente pero bienvenido a la vez.
Las familias más vulnerables son las que celebran estos productos financieros que en muchos casos representan segundas oportunidades, sin embargo nunca está demás advertir que conviene solicitarlos con cabeza y tratar de no enlazar uno con otro para evitar el estrés que supone vivir siempre endeudado.
Los minicréditos aumentan la deuda de las familias españolas
Una deuda estancada después de los años de la crisis pero todavía no remontada, a pesar de las buenas expectativas económicas de las que hablan los políticos. Sólo en las pasadas navidades, un 15% de las familias españolas financiaron las fiestas gracias a estos préstamos rápidos, y se prevé que estos índices suban año tras año.
Antes del verano también sube la demanda, porque desde hace 3 años viene siendo habitual solicitar minicréditos nuevos para financiar las vacaciones. Estamos ante un nuevo modo de concebir la economía familiar, imposible de entender hace una década y que va a definir el futuro. Así que conviene estar al corriente de lo que parece una evolución imparable que no sabemos dónde nos va a llevar.
