28 de agosto de 2018
Esta mañana ha aparecido en la piscina municipal de Infiesto la cabeza y el rabo de un lobo.
El pueblo, de 2.000 habitantes, está a 50 kilómetros de Oviedo y una de sus principales actividades económicas es la ganadería.
El siniestro hallazgo en la piscina situada en las afueras del pueblo ha tenido lugar horas después de que 50 ganaderos y pastores de la zona oriental del Principado protestaran en Cabrales por los daños ocasionados por el lobo en sus ovejas, cabras, terneros y novillos.
Las organizaciones ecologistas acusan al Gobierno de Javier Fernández, el expresidente de la gestora susanista del PSOE tras el golpe, de no hacer nada para detener la matanza de lobos que realizan los furtivos.
Los conservacionistas han detallado que en los últimos meses han aparecido lobos colgando de señales de tráfico, puentes, en supermercados y acusan al Gobierno asturiano de consentir a los furtivos que “campan a sus anchas” y que solo buscan “el exterminio de la especie”.