Redacción - 20 de agosto de 2019
El juego ha sido el negocio tradicional de la mafia en el siglo XX y podría servir de tapadera como lavadero de dinero negro procedente del narcotráfico o la prostitución según algunos expertos.
En otro orden de cosas, Rafael Catalá, exministro de Justicia de M. Rajoy, fue fichado como pez gordo de la organización Codere, sociedad que controla una parte del pastel del negocio de las apuestas.
Catalá ejercerá como representante del lobby del juego en el Congreso intentando presionar a los partidos políticos.
El exministro de M. Rajoy ha tenido que responder a su polémica contratación teniendo en cuenta el brutal aumento de la ludopatía entre los jóvenes, sobre todo en los barrios más pobres de España mientras es “secretario Ejecutivo de Justicia y de Interior” de la ejecutiva del PP.
“Yo soy un profesional independiente, soy abogado y asesor de grandes empresas. Entre ellas, una empresa que paga impuestos, que está en bolsa y quien lleva a cabo una actividad hiper regulada como es el juego. (…) El juego en España se somete a la regulación del ministerio de Hacienda. Hablar negativamente de una empresa que crea riqueza y está regulada no tiene sentido. (…) Además del juego privado está el público, como las loterías del Estado y el que ejerce la ONCE. Yo no le veo nada negativo al juego, pero, en todo caso, mis labores de asesoría tienen que ver con recuperar la imagen institucional del juego”, ha dicho el exministro de M. Rajoy.
Sobre su cargo de pez gordo en la organización PP ha declarado: “Yo creo que por parte de Pablo Casado es un acierto contar con alguien más vinculado en la actualidad con la sociedad civil que con los partidos”.
El diario El Plural, destapó en exclusiva que Catalá no tenía autorización del Congreso de los Diputados par desarrollar actividades privadas pero no fue problema para tener hasta cuatro cargos paralelos: senior advisor del bufete inglés Herbert Smith Freehills, miembro del Patronato de la Fundación Atlético de Madrid y del Patronato de la Fundación Legálitas; y figura como abogado en ejercicio del Colegio de Abogados de Madrid. Por si fuera poco, también fue nombrado presidente no ejecutivo de Belagua.
