Redacción - 21 de septiembre de 2020
La situación de la pandemia en Madrid está absolutamente descontrolada, pero las autoridades se resisten a tomar medidas drásticas para atajar el problema y se pasan la pelota unos a otros. Desde Moncloa insisten en que las competencias son de la Comunidad de Madrid y desde la Puerta del Sol insisten en que tiene que ser el Estado el que trabaje activamente para atajar el problema.
Lo malo es que según los expertos la curva de contagios en Madrid está ya a unos niveles que sin medidas muy amplias será imposible controlar el aumento de casos, y por tanto, el colapso sanitario.
Según un estudio de la Universidad de Hardvard señala que para que la vuelta a los colegios fuera segura no se deberían superar los 25 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que en toda la comunidad de Madrid se superan ya los 300 casos, e incluso la incidencia llega a ser de más de mil casos por cada 100 mil en las zonas más afectadas.
Con estos datos, sería necesario un confinamiento total de Madrid similar al de marzo y, por supuesto, el cierre de toda la actividad educativa. Sin embargo, el gobierno de Díaz Ayuso ha decidido tan solo confinar a 37 zonas sanitarias, las más afectadas, permitiendo que los que allí residan salgan para trabajar o estudiar, lo que en la práctica supone hacer NADA.
Hoy, la presidenta autonómica y el presidente del Gobierno se han reunido para abordar la situación y lo único que han acordado es crear una mesa de “trabajo” formada por representantes de ambos gobiernos para coordinar futuras actuaciones.
Mientras tanto, el Presidente de la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios, Juan Antonio Aguacil, asegura que ya están detectado en zonas como Madrid o La Rioja un importante aumento en el número de fallecidos.
Esta organización ya alertó a finales de febrero, mucho antes de que los medios dejaran de comparar al virus con “una gripe”, de que se estaban produciendo un importante número de fallecimientos injustificados.
Ahora, asegura que desde su asociación están “aconsejando que las instalaciones funerarias tengan previsión de lo que puede venir”, reconociendo que están haciendo acopio de ataúdes ante el previsible aumento del número de fallecidos en las próximas semanas.
